martes, 27 de febrero de 2018

LA MAGIA DE CUCUTA EN EL SIGLO XIX - Capìtulo 3

CAPITULO 3 EL FERROCARRIL DE CUCUTA

Ferrocarril de Cúcuta
Foto Cortesia del libro "Cúcuta a través de la Fotografia" de la Cámara de Comercio de Cúcuta





Nuestros antepasados Cucuteños tenían Magia, y esa Magia se volcaba en todo lo que hacían, lo que pensaban y como trabajaban en una de las regiones más dinámicas y prosperas del siglo XIX en toda américa, la cuenca marabina.

La cultura inmigrante dotó de mucha energía y emprendimiento a nuestra ciudad y a todo el territorio circundante y transformo esta región en un pensamiento liberal, distinto al de los gobiernos centrales de Colombia y Venezuela que habían logrado desprenderse de la monarquía española a principios de Siglo (XIX), pero que sus prácticas centralistas y conservadoras no jugaban a la misma velocidad con la que se vivía en este rico eje marabino.

El Ferrocarril seria uno de los iconos de nuestra fortaleza social que demostraría lo que sería la magia de ser cucuteños y lo que nos hizo grandes como región.

El Tren

Aunque inicio a rodar en 1888, desde el terremoto de Cúcuta, Francisco de Paula Andrade, por sugerencia de los comerciantes Alemanes, ya había tomado las previsiones necesarias para crear calles que dieran paso a lo que estaba revolucionando la economía de los EEUU, LA LOCOMOTORA. Desde 1884 se iniciaron los primeros trabajos para iniciar con el desarrollo de las vías férreas que comunicarían a Cúcuta con Maracaibo en el puerto de Encontrados.


Desde el invento de la maquina a Vapor por James Watt a finales del siglo XVIII,  el desarrollo de la industria del Acero en Norteamérica y la creación de la primera locomotora a vapor sobre rieles en 1804 por Richard Trevithick, Colombia y sobre todo Cúcuta, tenían que estar atentos a su desarrollo económico y el tren sería un gran aliado en esa tarea. Las primeras líneas férreas que se iniciaron en Colombia fueron las del ferrocarril de Panamá en 1855 que sirvieron para unir el océano atlántico con el pacifico hechas por Norteamericanos y que no representaron ningún desarrollo para nuestro país.


Algunos años después, un grupo de empresarios alemanes radicados en Cúcuta, vieron la necesidad de poder aumentar sus exportaciones de Café a Europa y entendían que la gran limitante era poder llevar a lomo de mula, desde las montañas nortesantandereanas y tachirenses hasta el lago de Maracaibo, mucho más de los 4 millones de kilos que para 1875 se estaban exportando, pero que  miles de mulas eran insuficientes para atender la demanda que desde el puerto de Hamburgo en Alemania se venía incrementando y que hacía necesario tomar medidas drásticas en la logística de transporte del grano. Así elevaron una escritura pública en la que crearon una sociedad anónima llamada Ferrocarril de Cúcuta.

Con Capital privado de los comerciantes Alemanes y de algunos cucuteños, se logró crear el ferrocarril, si no fue el primer ferrocarril construido en suelo colombiano, después del fallido ferrocarril panameño, se realizó en tiempo record ya que transportaría tanto el Café, el Cacao y a los habitantes de Cúcuta y ciudades aledañas al puerto de encontrados en el rio Catatumbo para llegar al lago de Maracaibo.

RECORD EN LOS COSTOS DE CONSTRUCCION DEL FERROCARRIL DE CUCUTA

Cuando la empresa privada decide hacer las cosas por su cuenta, es más eficiente que el sector público, al menos eso fue lo que paso con el ferrocarril de Cúcuta; cuando se lee la historia de los ferrocarriles del Cauca, de Antioquia, Puerto Wilches, de Santa Marta, del Sur y especialmente el de Girardot se puede constatar las enormes dificultades que tiene el estado por la incapacidad de sus dirigentes, para ser eficientes en la construcción de obras públicas  para el desarrollo del país, como en el caso de los ferrocarriles en Colombia, donde los contratos fueron demasiado onerosos, fallas en aspectos técnicos, tardanzas inexplicables, corrupción, etc,. Pusieron en relevancia la gran efectividad, calidad, velocidad y costos del ferrocarril de Cúcuta como el más eficiente y económicamente terminado del país y que sirvió de ejemplo para la terminación de algunas obras férreas como la de la segunda parte del ferrocarril de Antioquia y el de la Sabana. Mientras en Cúcuta, en la época, el costo de un kilómetro de vía férrea era de $21.000, el costo por kilómetro en EEUU era de $33.000, el de Bogotá – Zipaquirá era de $106.000, el del Pacífico $108.000, el de Girardot $161.000, y la mayor exageración con el de Puerto Wilches con $206.000.

La Azaña del Tren de Cúcuta no tiene ningún precedente en la historia del país en lo referente a que el sector privado se llevara la mano al bolsillo para hacer grandes obras; si extrapoláramos ese hito histórico de la Locomotora a nuestro tiempo presente, sería como imaginar que el Sector privado se reuniera Hoy para construir EL METRO DE CUCUTA, por encima del de Bogotà u otras ciudades principales del país, toda una locura; pero eran las locuras que soñaban y creaban los cucuteños de antaño;  todo en Cúcuta era así, los comerciantes lograban las obras importantes de la ciudad, por ejemplo el Mercado cubierto, una gran estructura hecha por una sociedad anónima dirigida por Don Foción Soto construido por francisco de Paula Andrade antes del terremoto al lado de la plaza principal de la ciudad, ya que los habitantes de Cúcuta hacían su mercado al aire libre en esta plaza y el comercio cucuteño decidió crear la construcción para tales fines, entre otros.

Nuestro Ferrocarril se construyó con la Magia de Cúcuta y la de toda una ciudad aportando al desarrollo.

EL TRANVIA

La fiesta en la que se sumió la ciudad era digna de un carnaval, dada la importancia de tener Tren, movido por el mejor de los inventos de la época de la industrialización, la caldera a vapor. Ahora la llevaban los trenes que arrastraban los carros de carga y los vagones de pasajeros que hacían que Cúcuta cada vez estuviera más cerca de las Antillas holandesas y el mundo en general. Pero el tranvía le daba el toque de modernidad único de ciudades europeas, atravesando las principales calles de la ciudad transportando a los habitantes y permitiendo que la mercancía saliera directamente de la puerta del comerciante al tranvía – tren- barco a vapor y al mundo. En ese momento la Magia de Cúcuta era inigualable.

"Tiene tren, Santa Marta tiene Tren, Santa Marta tiene tren pero no tiene tranvía" Canción SANTA MARTA TIENE TREN, famosa desde 1946 en la voz de Pedro Collazo, de la Orquesta del Caribe de  Lucho Bermúdez. se inspiro en las periplecias que vivio Don Joaquim de Mier para poder sacar a puerto de Santa Marta su caña de Azucar y los Bananos producidos en su finca a mediados del siglo XIX, por falta de tranvia.

Aunque don Joaquim de Mier y Benitez se refería con Tranvía al "Train - Vía" la vía del Tren, nos dimos a la tarea de averiguar que ciudades colombianas o venezolanas tuvieron Tranvía en el siglo XIX y fue muy difícil encontrar referencias históricas a ese hecho lo que por ahora nos indica que Cúcuta, al igual que las mejores ciudades de Europa, fue la primera ciudad en tener Tranvia. Cúcuta y su Magia.


Cucuta, al final del Siglo XIX, era la ciudad cosmopolita de América Latina.

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