Una vez al año,
o algunos dicen que dos, este árbol, el Cañaguate, se abre a un espectáculo de
color amarillo coloreando todas las montañas que rodean el valle de Cúcuta y
especialmente el icónico Cerro Tasajero que majestuosamente vigila a la perla
del norte, a la casa del duende, a nuestra noble y leal villa de San José de
Cúcuta.
Fotografía Cortesía de Laureano Tirado
Aunque es un
paisaje común el tipo de vegetación que nos rodea en esta ciudad, común para
quienes hemos vivido en esta ciudad toda la vida, se trata de un bosque
tropical seco, en una ciudad que se encuentra a 320 metros sobre nivel del mar
en toda la base de la cuenca marabina donde termina la selva del Catatumbo, la
segunda cuenca hidrográfica más grande de América.
Bosque tropical seco, Fotografía Cortesía de Laureano Tirado
El Cañaguate (Tabebuia
chrysantha), también
conocido en el sur de Colombia como Guayacán, es un árbol nativo de esta zona y
de toda la zona tropical, y que tiene en el valle de cucuta y sus montañas
circundantes un hábitat especial que convierte a estas montañas de bosque tropical
seco en una especial selva tropófila que se viste de amarillo cuando llegan las
lluvias, en nuestro caso, al menos una vez al año y que generalmente sucede en
el mes de agosto o septiembre, un espectáculo que dura al menos 8 dias y que
crea un tapete amarillo en estas montañas cucuteñas y de la frontera
venezolana.
Bosque tropical seco, Fotografía Cortesía de Laureano Tirado
Es el árbol nacional
de Venezuela y debería ser el árbol de Cúcuta, aunque ese puesto se lo arrebato
el OITÍ (Licania
tomentosa) la cual es una variedad introducida de Brasil a principios
del siglo XX a nuestra ciudad y del cual se cree, su primer árbol está sembrado
en la calle 12 entre avenidas 4° y 5° a la entrada de un centro comercial y
desde entonces se apoderó de la ciudad y llena las calles de la que ha sido
desde entonces la ciudad verde de Colombia.
Barrio Quinta Oriental, Foto cortesía de Jorge William Correa
El Cañaguate se
ha resistido a desaparecer del casco urbano de Cúcuta por lo que no es extraño
encontrarlo a lo largo de las calles, florecidos al inicio de la temporada de
lluvias.
Foto cortesía de Jorge William Correa
Algunos de estos
Cañaguates son de flores rosadas (taberbuia rosea) adornando las
principales vías de la ciudad, sin embargo, en las zonas despobladas y en las
montañas que rodean nuestra ciudad predominas los de floración amarilla.
Pierden sus hojas con la temporada seca y florenen al llegar las lluvias; Foto cortesía William Correa
Su característica
caducifolia se presenta como sistema de adaptación a las temporadas de sequia
por lo que en estas épocas pareciera que el árbol está seco y pudiera creerse
que se debe cortar, sin embargo, con los cambios de clima, estos reverdecen y
florecen creando un ambiente digno de ser admirado.
De crearse el proyecto
del Parque Nacional Cerro Tasajero, todos los cucuteños tendremos la
oportunidad de ir de cerca a ver esta maravilla de la naturaleza convertida en el
bosque tropófilo dorado de San José de Cúcuta y de esta forma, este hermoso árbol,
vuelva a tener el protagonismo que debe ser y recupere su puesto como el árbol
insignia de la Noble, Leal y valerosa Perla del Norte.
EL CACAO Y SU
INFLUENCIA EN LA FUNDACIÓN DE CUCUTA
Por: Académico JORGE
WILLIAM CORREA MONROY
marzo 2020
Todos los cucuteños celebramos el 17 de junio de 1733 la
fundación de Cúcuta y en las escuelas es poco lo que nos cuentan sobra esta
historia; todo redunda en Juana Rangel de Cuellar y su Donación de los terrenos
para construir la ciudad que hoy habitamos.
Que tan real es todo esto? O mejor, que tan preciso? Y que
tuvo que ver el Cacao en dichos acontecimientos?
Me fue encomendada la tarea, como Académico, de nuestra
queridísima ACADEMIA DE HISTORIA DE NORTE DE SANTANDER, para la celebración de
los 286 años de la “Fundación de Cúcuta”, para investigar los acontecimientos
que suscitaron nuestra fundación.
Video Presentación para la Academia de Historia de Norte de Santander Junio 17 de 2020
TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A ROMA
Este adagio popular se ajustó inmediatamente a la
investigación, pues una vez ubicado en el Siglo XVI, esta investigación empezó
a tomar “aroma a Cacao” en todos los
hallazgos obtenidos alrededor de nuestra fundación.
Pero, antes de iniciar con nuestra historia, permítanme hacer
una pequeña puesta en escena del cacao y su más delicioso producto final “EL
CHOCOLATE” y la importancia de este en los paladares del mundo.
EL SALÓN DEL CHOCOLATE DE PARIS
Todos los años PARÍS se viste de gala, o mejor, de CHOCOLATE,
durante 5 exquisitos días para reunir a más de 220 expositores, entre
pasteleros, confiteros, pero sobre todo Maestros Chocolateros de todo el mundo,
en el Parque de Exposiciones de París, en donde los visitantes pueden asistir
al “Pastry Show (demostraciones de
recetas por parte de grandes chefs), el Cacao Show, el espacio Chocosphère
(conferencias y degustaciones), talleres para niños y por supuesto el famoso
desfile del vestido de chocolate, que tanto gusta al público femenino.”
Extraído de Es.parisinfo.com
Millones de dólares mueve esta industria del chocolate y es
impulsada no solo por eventos como este, sino por el desarrollo y
perfeccionamiento de los grandes “Chocolatiers” del mundo, pero sobre todo, por
el tipo de CACAO que usan para ser los mejores del mundo, CACAOS CRIOLLOS DE SABOR Y AROMA.
CACAOS
CRIOLLOS DE SABOR Y AROMA, EL SECRETO PARA SER EL MEJOR CHOCOLATIER DEL MUNDO.
STEPHANE BONANT
EL MEJOR CHOCOLATIER DEL
MUNDO
Hijo,
nieto y bisnieto de chocolateros y pasteleros, STEPHANE BONANT es uno de los
dos o tres profesionales en el mundo que vincula el dominio completo de su
profesión con el origen y la calidad de los granos de cacao. Un viajero de
corazón, visitó su primera plantación a la edad de 17 años y aprendió todo lo
que hay que saber sobre el cultivo de cacao de los agricultores sudamericanos.
Stéphane, chocolatero y confitero de profesión, pudo haber viajado por toda
Europa para entrenar con los mejores, pero también aprendió las técnicas únicas
de Bonnat y los secretos del gran chocolate trabajando con su padre Raymond en
el laboratorio familiar.
Viaja a Sudamérica durante 5 meses al año y visita las fincas
que cultivan exclusivamente para BONANT, lleva a los campesinos las
chocolatinas ganadoras en los festivales mundiales, para que los cultivadores
las prueben y entiendan en que se convierte el esfuerzo de su trabajo.
The excellence achieved by the greatest
master-chocolatiers relies on this perfectionism. Our meticulous attention to
detail and our passion are what drive us to do more than simply assemble the
grands crus."(Stéphane
Bonnat in N. Cartier, Chocolat et Confiserie Magazine May-June 2013)
La
excelencia alcanzada por los grandes maestros chocolateros se basa en este
perfeccionismo. Nuestra meticulosa atención a los detalles y nuestra pasión es
lo que nos impulsa a hacer más que simplemente armar los grands crus ".
Una idea notable
“En 1983, Raymond
Bonnat inventó los grands crus: las primeras barras de chocolate hechas
exclusivamente con granos de cacao del mismo origen. Con el tiempo, estas
barras se convertirían en los Grands Crus Historiques de Maison Bonnat.
Stéphane continuó este trabajo pionero al monitorear de cerca el proceso de
cultivo del cacao e incluso adquirió sus propias plantaciones. Trabaja en colaboración
con socios para obtener granos de cacao en Asia y África, y durante cinco meses
de los doce cada año, emprende un largo viaje a través de bosques tropicales,
desde Perú hasta México, desde Venezuela hasta Brasil, desde Ecuador hasta
Trinidad, Haití, y Cuba, en busca de las especies de cacao más raras y
restaurando la vida del cacao que creíamos perdido. Está comprometido con las
prácticas agrícolas sostenibles y, como miembro del programa Rainforest
Alliance, establece relaciones comerciales justas con las familias y las
cooperativas agrícolas y continúa trabajando en estrecha colaboración con estos
grupos”. Extraido de la biografia de la familia Bonant de parís.
"On
location, I always listen to the producers. They often farm plots of land which
have been passed from father to son since the dawn of time and have excellent
notions of botany. I always travel with bars of Bonnat chocolate, so they can
taste it and understand the flavours I'm looking for.
"En
el lugar, siempre escucho a los productores. A menudo cultivan parcelas de
tierra que han pasado de padres a hijos desde el principio de los tiempos y
tienen excelentes nociones de botánica. Siempre viajo con barras de chocolate
Bonnat, para que puedan degustarlo y entiendan los sabores que estoy buscando.
Together, through communication and discussion,
we decide on the best after- harvest treatment for the cocoa beans, and by
implementing strict fermentation controls, we are able to achieve our desired
quality in approximately 4 years. It's definitely a long-term job. But it's
this search for excellence that helped us win beautiful gold and silver medals
at the last International Chocolate Awards."Stéphane Bonnat in Nadège Cartier -
Chocolat et Confiserie Magazine May-June 2013
Juntos,
a través de la comunicación y el debate, decidimos cuál es el mejor tratamiento
después de la cosecha para los granos de cacao y, al implementar controles de
fermentación estrictos, podemos lograr la calidad deseada en aproximadamente 4
años. Definitivamente es un trabajo a largo plazo. Pero es esta búsqueda de
excelencia la que nos ayudó a ganar hermosas medallas de oro y plata en los
últimos Premios Internacionales del Chocolate.
No existe ninguna duda que el gran éxito de ser los mejores
del mundo, además del perfeccionamiento de los procesos y el cuidado del grano,
se debe a la calidad originaria del cacao criollo y su delicado cuidado desde
que se siembra hasta que se procesa. El cacao criollo y de ellos el Porcelana,
el gran éxito de sabor y aroma en el mundo.
LA HISTORIA DE NUESTRO CACAO
Antes de iniciar por el recorrido histórico del cacao de
nuestra gran región del Catatumbo, démosle un breve repaso al cacao y su
importancia desde que fue descubierto en la historia de la colonización
hispánica en nuestro continente.
THEOBROMA CACAO, fue el nombre que el taxónomo sueco Carlos
Nilsson le dio a esta planta cuyo nombre significa “ALIMENTO DE LOS DIOSES”,
fue evidenciado por Hernán Cortés por primera vez al llegar al valle de
Tenochtitlan en el año de 1519 en donde Moctezuma lo recibió con ánforas llenas
de un delicioso y espumeante “chocolatel”, bebida usada en ritos muy especiales
de carácter divino y medicina de la época.
El Cacao, en tiempos prehispánicos viaja desde la cuenca del
Catatumbo al Amazonas y al resto de Mesoamérica hace unos 3.500 años,
reconocido su uso por la cultura Olmeca.
Su nombre CACAO es tomado por los colonizadores españoles al
escuchar como lo llamaban los aborígenes en su lenguaje Maya Yucateco “KAJKAB”
de donde “Kaj” amargo y “Kab” jugo, llegando a las diferentes transformaciones
fonéticas de KAKAWA, hasta la actual
conocida como CACAO.
HERNAN CORTEZ en sus crónicas de viaje describe sorprendido
como el dinero de los Aztecas “crece en los árboles” al referirse al uso del
cacao como moneda de cambio en el valle de Tenochtitlan, donde, por ejemplo, un
Tomate podía costar un grano de cacao hasta un esclavo que podría costar hasta
2.500 granos.
SU ORIGEN, EL CATATUMBO!
El CACAO nace, hace miles de años, en una zona amplia
comprendida al norte de la Serranía del Perijá, desde la última prolongación de
los Andes hoy compartida por Colombia y Venezuela, tomando su inicio en la
laguna de Los Pájaros, cerca de Paraguachón en la guajira en el límite entre
los dos países y bajando hasta el valle de Cúcuta y San Faustino de los Ríos,
prolongándose al oriente por todo el “Sur del Lago” de Maracaibo, zona
predominantemente de las Selvas del Catatumbo que, en la época prehispánica fue
habitada por castas indígenas guerreras motilones Barí y otras que con la
llegada de los Españoles se convirtió en lo que la crónica de indias denomina
la “zona de Guerra”.
Allí se originaron varios tipos de cacaos criollos que tenían
como característica su excelente condición de sabor y aroma, dulce como el
azúcar de caña y blanco en el mucilago y la pepa, que le aportaban esas
características organolépticas de delicado y dulce sabor.
LA CUENCA MARABINA Y SUS HORIZONTES
Desde el Catatumbo y el sur del Lago inicia su expansión,
primero a toda la cuenca marabina
al occidente venezolano por lo que hoy conocemos como el Estado Zulia, Táchira,
Mérida y Trujillo y todo Norte de Santander al oriente colombiano; en un cajón
natural creado por la cordillera de los Andes que aísla naturalmente esta zona
frente al lago de Maracaibo y que le dan una condición muy especial a su biota
y suelo, LA CUENCA MARABINA.
CACAO CRIOLLO – ANTIGUO, ANCESTRAL.
Todo el Cacao que aquí se daba era criollo de
semilla blanca. Esta zona agrológica y de biota del Catatumbo tiene unas
características muy especiales y casi únicas en el mundo.
Científicos que han estudiado el fenómeno de los relámpagos
del Catatumbo determinas que por la topografía de la región y a los patrones de
viento que se presentan en la cuenca marabina, las montañas de los Andes que
rodean el Lago de Maracaibo atrapan los vientos cálidos que vienen desde el mar
caribe encontrándose con los Vientos fríos que vienen desde la cordillera de
los Andes forzando a los vientos del caribe a ascender hasta generar la
condensación creando cúmulos de nube de tormenta, que desatan la majestuosa
TEMPESTAD DEL CATATUMBO, 28 relámpagos por minuto durante 300 días al año.
Ya en 2014, el Guinnes Record le otorgo a esta región el
record a la región del planeta con la más alta concentración de electricidad,
es más, existen indicios de que este fenómeno es la primera fuente generadora
de ozono estratosférico en el planeta en tormentas eléctricas de nube a nube y
el efecto que este fenómeno le da a la biodiversidad de la zona es
incalculable.
el Horizonte A del
Catatumbo es un horizonte con una
materia orgánica y una capa vegetal sumamente fértil, porque se unen varias
riquezas que tiene esta cuenca, primero el microclima que tiene esta selva y su
humedad, con una materia orgánica de gran variedad con una riqueza en micro y
macro elementos, su conductividad eléctrica, la cantidad de intercambio
catiónico (CC) lo que la hace mucho más fértil, un PH neutro, además de manejar
unos rangos de materia orgánica, nitrógeno y potasio muy alto y esto para el
cacao es muy bueno, tanto que permitieron el desarrollo de estas variedades
criollas con la más mínima necesidad de defensa de metabolitos esenciales de la
planta para el control biológico de plagas y patógenos, lo que le permitió
obtener esa semilla tan blanca, libre de Taninos (protectores biológicos) que
le permitieron realzar los sabores de su fruto tanto crudo como procesado. De
allí que alguna de sus variedades criollas fuera bautizada por los españoles de
la conquista como PORCELANA como alegoría al blanco resplandeciente y delicado
de las porcelanas chinas o el mundialmente famoso Cacao GUASARE de la serranía
del Perijá.
CACAO FORASTERO
Cacao Forastero (Morfotipo Amelonado). Hacienda Santa Rita.
Caruao – Edo. Vargas, Venezuela (Productor Joffre Echarri) foto cortesía de
iberiacocoatrading
Miles de años atrás, a medida que el Cacao sale
de esta zona, la Cuenca Marabina, empezó a experimentar un cambio de las
condiciones agrologicas del suelo y el medio ambiente, (primeramente en el
resto del territorio venezolano y después sur y Mesoamérica) el Cacao empieza a
enfrentar su lucha por sobrevivir en tierras menos fértiles, patógenos y plagas
nuevas que lo obligan a mutar o fortalecerse bioquímicamente en su interior,
creando Taninos y metabolitos secundarios que le permitieran sobrevivir a las
nuevas condiciones de vida. Estas biodefensas pigmentaron su semilla y
empezaron a perder, en cierta medida, su fino sabor y aroma frente a las
variedades criollas de la Cuenca, adquiriendo estos últimos, sabores algo
amargos, astringentes, por el contenido de dichos taninos, alterando
organolépticamente el sabor de su fruto. A esta nueva casta de Cacaos pintados
de taninos se les denominó FORASTERO.
Para cuando llegaron los españoles a estas tierras de
América, ya todo el territorio venezolano y colombiano estaba lleno de árboles
de cacao, los Criollos de la
cuenca marabina colombovenezolana y los Forasteros
de los llanos, el litoral venezolano y el delta del Orinoco; también el
Amazonas colombiano, brasileño, peruano, ecuatoriano y Mesoamérica,
especialmente Guatemala y el valle de Soconusco.
Al hablar de los cacaos trinitarios debemos hablar de La
Sociedad de los Cómplices y del contrabando de cacao a Europa a través de las
islas del caribe y su “Denominación de origen”.
Algo de geografía ancestral del cacao vendría
bien; mucho antes de la conquista española, el cacao se dispersa desde el
Catatumbo a buscar nuevas tierras donde su primera barrera natural fue la
cordillera oriental colombiana que dificultó su paso a territorio colombiano,
pero se desplazó a todo el territorio venezolano desde la cuenca marabina hacia
el litoral venezolano desde Chuao hasta la península de Paria y por los llanos
de apure hacia la cuenca del Amazonas.
Desplazamiento
del cacao ancestral por territorio venezolano y amazonas.
Desde el Amazonas colombo-venezolano, al Amazonas peruano
ecuatoriano y desde allí a Mesoamérica.
En territorio venezolano, criollos y forasteros compartieron
por cientos de años este territorio y fueron creando, siempre, nuevos sabores y
nuevos frutos, naciendo un tercer cacao venezolano llamado “Cacao
Deltano”. Debido a que los cacaos
forasteros llegan por el rio Orinoco al Delta y se encuentra con toda la casta
de cacaos del litoral (costas) venezolano desde Chuao hasta Paria y se juntan
creando este Cacao Nuevo que desemboca en el Delta del Orinoco frente a
Trinidad y Tobago.
Delta del Orinoco
bañando a Trinidad y Tobago
Se puede decir, sin caer en exageración, que Trinidad y
Tobago no está rodeada por el mar caribe, sino por el Orinoco, al menos al sur
de la isla, que recibe toda la biodiversidad que viene de Venezuela, desde el
río y esto incluyó el Cacao Deltano, ese hibrido nacido del Criollo y el
Forastero venezolano y que más adelante seria reconocido como Cacao Trinitario.
El desarrollo cacaotero del catatumbo y el resto del
territorio venezolano en los siglos XVII y XVIII y el auge de las exportaciones
de este producto desde Caracas hacia el virreinato de la nueva España (México)
era no solo abundante sino estricto en el control que salía del grano, ya que
dicho cacao producido en estas tierras solo podía salir a México y España.
Cualquier intento por llevar cacao a otro territorio, como el europeo a través
de las islas del caribe, seria penalizado con la horca.
Se estima que más del 30% de la producción de cacao local era
llevado a Europa dados los mejores precios que se pagaban en el antiguo
continente frente a los pagados por México y España y las islas del caribe, en
especial Trinidad y Tobago, que servían de puente de enlace del contrabando del
cacao hacia Europa continental; Esto se polarizo a mediados del Siglo XVIII con
la presencia del monopolio ejercido por la compañía Gipuscoana propiedad de los
mercaderes Vascos, en lo que fue la primera crisis económica del cacao, pero
eso lo veremos más al detalle en la segunda parte de este estudio.
El mejor cacao adaptado a las condiciones agrológicas de la
isla Trinitaria fue el Cacao Deltano, ese hibrido nacido de la mezcla de los
Criollos y Forasteros, con ese dulce sabor y aroma aportado por los cacaos
Porcelana y Guasareños y la resistencia metabólica de los Forasteros, que
creaban la excusa perfecta en aquella época para denominar un Cacao oriundo de
la isla y así, en parte, amparar las exportaciones trinitarias hasta el Reino
Unido, Holanda, Alemania, entre otras.
Así nació el Cacao Trinitario o por lo menos así lo empezó a
reconocer Cheesman (1944) Bowman, Nosty, Soria y otros a mediados del Siglo XX,
en estudios hechos a los diferentes cacaos producidos en nuestras tierras.
EL CACAO CUCUTEÑO EN EL SIGLO XVI
El cacao se hace famoso al mundo en el siglo XVI con la
llegada de Hernán Cortés al valle de Tenoctitlan en 1519 y pasa desapercibido
por los españoles colonizadores de Sudamérica a principios de este siglo, pues
la domesticación del cacao en México tenía connotaciones religiosa e incluso
económicas mientras que en la cuenca del Catatumbo era usado como alimento por
los indios de la cuenca. No existían cultivos organizados sino arboles
silvestres en gran cantidad y aprecio de la población indígena.
Las primeras asignaciones de tierras en el valle de Cúcuta y
su actividad económica en el siglo XVI se dedicaba a la ganadería vacuna,
mular, cerdos, cabras, ovejos y otras especies menores y a los trabajos de la
tierra que le permitían a esta zona, abastecer los poblamientos hispánicos de
los Andes de la cuenca marabina y permitían el paso obligado de todo tipo de
alimentos desde territorio continental hacia el lago de Maracaibo en una zona
llamada “zona de guerra” por las frecuentes envestidas de los indígenas del
Catatumbo.
Para más información en esta etapa, ver el artículo “LA MAGIA
DE CUCUTA EN EL SIGLO XIX” en el siguiente link:
No fue difícil, para los colonos de la cuenca marabina,
reconocer la importancia del cacao en el Virreinato de la nueva España (México)
y el furor de este en el Imperio Español, que a finales del siglo XVI se
iniciaron las primeras plantaciones de este preciado alimento tanto por los
indígenas de la zona como por alguno de los colonos blancos de la época.
EL CACAO CUCUTEÑO EN EL SIGLO XVII
En
1602 se declara el territorio cucuteño cono tierra de resguardo indígena y se
le denominó PUEBLO DE INDIOS DE CUCUTA,
que permitiría el adoctrinamiento de los indígenas de la zona, dando
“pasto espiritual” a estos “salvajes” habitantes del Catatumbo en la santa Fé
Católica. A este acontecimiento se le conoce como LAS DOS DOCTRINAS.
Dada la teoría del origen de los asentamientos urbanos en
Colombia, las 2 Doctrinas, de la que se desprende por primera vez el Nombre de
Cúcuta a los asentamientos urbanos de este territorio, inicia entonces en 1602
con la creación de la capilla de Doctrina ubicada en el Hoy Barrio San Luis y
allí convergerían todos los indios y blancos del territorio a renovar su Fe.
Todo el territorio del Pueblo de Indios de Cúcuta era
cultivado con cacao, principalmente por indígenas según la crónica de indias
del 5 de mayo de 1612, aunque haciendas como la del capitán Alonzo Rangel ya
eran productoras al iniciar el siglo XVII.
En 1622 estas mismas crónicas hacen referencia a la primera
exportación de Cacao desde el sur del lago de Maracaibo hacia el Virreinato de
la nueva España (México) en un total de 60 fanegadas que equivalen a unas 3
toneladas aproximadamente.
La demanda de cacao por parte de México y por toda la
península ibérica es creciente en todo el siglo XVII lo que obliga a ver el
cacao ya no solo como una planta silvestre sino como una oportunidad de
negocios y el desarrollo de una nueva economía en crecimiento, por lo que se
expande por todo el territorio venezolano el cultivo y el beneficio de la
semilla para ser almacenado y llevado a los mercados internacionales.
SIGLO XVII
La época dorada del cacao se da en el siglo XVIII con el
aumento de las exportaciones desde Suramérica hacia México desde puerto cabello
como el principal puerto de acopio de este producto.
En las exportaciones que salían desde Venezuela, al cacao de
Cúcuta, San Faustino y la cuenca venezolana del sur del lago en el Catatumbo se
le conocía como Cacao de Maracaibo que era totalmente cacao criollo,
Guasare, Porcelana, entre otros. El resto del cacao que se recolectaba en
Venezuela era conocido en México como cacao Caracas y era predominantemente
cacao forastero. Ya entendemos la diferencia entre estos dos tipos de cacao.
Maracaibo y Caracas se convierten en los principales
proveedores del “Alimeto de los Dioses” a la, cada vez más creciente, sociedad
del cacao en un territorio mesoamericano ancestralmente amante de este
apetitoso y rico alimento.
Pero existiría una enorme diferencia entre los cacaos
provenientes de las diferentes regiones de américa (Venezuela, ecuador, peru,
Guatemala, el caribe, etc.) que incluyen a todo el cacao venezolano, en
comparación con el cacao “Maracaibo”. ¡Su sabor y aroma!
El cacao de “Maracaibo” no solo era el más apetecido por el
mercado mexicano y español, sino que además era el más costoso del mercado,
mientras un cacao de Caracas (Chuao o paria) costaba 3 Reales la libra, un
cacao de Maracaibo podría costar 4 o 5 Reales y por contrabando en el mercado
europeo los precios se doblaban. Esta diferenciación se daba por la necesidad
de adquirir un cacao de la mejor calidad, de mejor sabor, de probar una mejor
experiencia y esta la brindaban los cacaos criollos de “Maracaibo”.
Fue tan importante la riqueza que produjo el cacao en el
siglo XVII y XVIII, que de allí nace una nueva clase o casta social en
territorio suramericanos, ellos eran los Mantuanos, también llamados “los
Grandes Cacaos”, ya que su riqueza se debía a la producción y comercialización
de este fruto en los mercados internacionales, riqueza que les permitía comprar
Títulos Nobiliarios como los de Conde, Duque o Marques y que crean el nuevo poder
económico criollo del siglo.
INFLUENCIA DEL CACAO EN LA FUNDACION DE CUCUTA
Ya en 1602 se había reconocido por primera vez el nombre de
CUCUTA a nuestro territorio cucuteño en lo que se denominó el Pueblo de Indios
de Cúcuta. Sin embargo este reconocimiento era dado como tierras de resguardo
para proteger a los indígenas de encomienda, y los Colonos “blancos” que vivian en esta zona, no poseían su
territorio propio, es decir, de acuerdo al plan de ordenamiento territorial de
la época y sus formas de poblamiento, el “Blanco” no se sentía pertenecer a una
población Jurídicamente establecida para ellos, ya que ellos eran congregados o
reducidos al pueblo de indios, lo que les exigía, a los Blancos de la época, la
necesidad inaplazable de salir de la simple discusión de unos límites
territoriales, a la de pertenecer a una
unidad político administrativa de la época en lo que se conocía como las
“Formas de Poblamiento”, es decir la dinámica jurídica de ocupación del territorio
colonial.
Para los blancos de la época, era imperativo tener su propia
unidad político administrativa y para los indios del “pueblo de indios de
Cúcuta” era necesario que esa separación se diera para poner fin a los
conflictos por disputa de linderos y uso de tierras para el cultivo del cacao
como el sucedido en 1730 cuando los indios de las tierras de resguardo, ponen
denuncia en la Real Audiencia por la invasión y uso de territorio de reserva
por los blancos que vivían en la localidad.
El modelo a seguir de acuerdo al sistema de ordenamiento
territorial de la época era el de Erigir una Parroquia y así, separarse
jurídicamente de los Indios, lo que le permitiría a los blancos ser reconocidos
socialmente como comunidad, elevando su estatus como ciudadanos; sin embargo,
esto implicaba no solo una reorganización política o jurídica, sino que esta
debía ser acompañada de un aporte de la comunidad en dos grandes apuestas, la
primera era el territorio definido en donde se debería “edificar” la Parroquia,
con las condiciones legales que esto implicaba; la segunda era el sustento de
dicha parroquia y el de su párroco para poder entregar el pasto divino y el
fortalecimiento de la Fe Cristiana y este segundo era primordial para la
decisión de la Real Audiencia pues se debía garantizar el sustento económico de
la parroquia.
El primero de los acontecimientos ya todos lo conocemos,
Juana Rangel de Cuellar dona una estancia de sus tierras y hace en Pamplona la
Escritura pública de donación el 17 junio de 1733, fecha en la que, tal vez,
erróneamente se celebra el cumpleaños de nuestra ciudad y digo que es de manera
errónea pues una cosa es la escritura de Donación y otra es la “Erección de la
Parroquia” de San Joseph de Guasimal el 20 de noviembre de 1734, fecha en que
nace jurídicamente a la vida la Parroquia. Es como si celebráramos el
cumpleaños de un niño el día que se fecundó y no el día del parto.
El segundo de los acontecimientos era la HIPOTECA que
garantizaría la congrua subsistencia y mantenimiento de la Parroquia y de su
asesor espiritual y esto se tazaba en dinero que debía ser garantizado
hipotecariamente con una Escritura de obligación de 4000 patacones, que
redituaban 200 pesos anuales para la congrua del cura con Carta Hipotecaria,
compromiso económico de los pobladores comprometidos, la que fue garantizada
nada más y nada menos que por 12.000 matas de cacao criollo cultivado en las
fincas de los colonos blancos de la nueva Parroquia.
El 20 nov 1734 se da la aprobación del auto y erección
eclesiástica por parte del Presidente de la Real Audiencia, el Virrey Eslava,
como Vicepatrono Real, quien expidió el título a lo que fue el esfuerzo de reivindicación política por superar la
condición de agregados al pueblo de indios que motivo la solicitud de ser
Parroquia.
El Doctor Yotuhel Diaz en su estudio de
Retrospectiva de San José de Cúcuta recreó una línea de tiempo en la podríamos
identificar al menos una decena de fechas en las que se podría celebrar el
cumpleaños de nuestra ciudad.
POR QUE SAN JOSÉ DE CUCUTA
Antes de terminar la primera parte del presente escrito, el
Presidente de la Academia de Historia de Norte de Santander Luis Fernando Niño,
lanzo una pregunta hecha a los Académicos del Norte de Santander, pregunta
sugerida por Vox Dei en la Diócesis de Cúcuta, sobre de donde viene la
Advocación de San José, generando varios aportes de los Diferentes académicos
de esta Institución, pero queda sonando la propuesta del Académico Gustavo
Gómez Ardila que presentó un aparte de su libro “Cúcuta para Reírla” en donde,
entre historia y chanza, él cuenta, “ Dentro
de los colonos había quizás muchos llamados José porque ese fue el nombre que
buscaron para la Parroquia cuya erección estaban solicitando ante la Real
Audiencia de Santa Fe, veamos algunos: Juan José de Colmenares, José de Figa,
José García, José Ramírez, José Gomes de Figueroa.” Dice también Don
Gustavo Gómez que en 1587 existía en el valle de Cúcuta, un puerto sobre el Rio
Pamplona llamado Puerto del Señor San José, así que desde antes existía san
José alusivo a un pedazo de territorio de estas tierras.
Es difícil encontrar una referencia histórica sobre la
advocación de San José para la ciudad de Cúcuta, pero lo que se puede inferir o
correlacionar, es que la devoción por San José se hizo muy importante para la
América descubierta cuando en el Siglo XVI, el Concilio Provincial Mexicano da
su nombramiento como Patrono de la Nueva España a San José, además de su
importancia en la iglesia católica al papel que juega José como el protector de
Cristo y la Virgen y coincida, además, con la revalorización de su nombre en
Europa justo con la conquista del nuevo continente por parte de la Corona
española y que en la iconografía de la época empezaba a ser representado como
un santo joven que patrocinaba el naciente territorio del virreinato.
“Existía una devoción tan fuerte en el siglo XVIII a San José
que ciertas advocaciones que se le daban a la Virgen María le fueron otorgadas
al santo. Surgieron préstamos de atributos iconográficos y de funciones
devocionales aplicados por origen a la Virgen”, explicó el historiador
Alejandro Andrade Campos.
Toma mucha fuerza la devoción a San José a inicios del siglo
XVIII en el Virreinato de la Nueva España
por la práctica de las advocaciones prestadas en donde muchas advocaciones
otorgadas a María fueron dadas a San José dado el fervor mexicano de la época a
este santo y que generó lo que se conoce como la iconografía josefina, varias
obras alusivas a la advocación de san José
con imágenes de la virgen María, como la advocación de “San José de la
Luz”, pinturas prohibida por El Santo Oficio en el territorio del Virreinato y
que despertó la rebeldía del pueblo mexicano que logró imponerse ante la Santa
Sede y erigir la advocación de San José en Puebla México para aquellas épocas.
Este tipo de episodios y la importancia de San José, pudo influenciar lo que
antes dijo don Gustavo Gómez Ardila y de allí que los fieles devotos cucuteños
quisieran tener dicha advocación y luchar por ella como lo hicieron los de
Puebla.
En la siguiente publicación miraremos mucho más del cacao
como por ejemplo la primera crisis económica de Cúcuta en el Siglo XVIII a
causa de la caída de las exportaciones del cacao a Veracruz, la crisis
económica del cacao a inicios del siglo XIX por la guerra civil
independentista, el remplazo de la economía del cacao por la economía cafetera
de mediados del siglo XIX, la sustitución del cacao criollo por cacao
trinitario en la segunda mitad del siglo XIX, la pérdida del cacao criollo en
Colombia con la revolución verde de 1960 y
la inundación de Clones CCN51 de cacao ecuatoriano en el siglo XXI y la
pérdida del cacao criollo ancestral rico en sabor y aroma de nuestro
territorio.
Por ahora debo agradecer a quienes hicieron aportes al
presente estudio e investigación:
Ingeniero Agrónomo Dr. Felix Antonio Niño Neira por sus
aportes y conocimiento en Cacao Porcelana y su historia
Ingeniero Ambiental Omar Díaz Manchego UNODC, desarrollo del
cacao en norte de Santander
Ingeniero Ciro Ramirez Experto en Cacao Exdirector Federacion
de Cacaoteros de Colombia.
Agrónomo Edison Benavides, presidente ASOPROCANOR
Administrador Agropecuario Tomas Arango Canal de la Empresa
T&T Agropecuaria por sus aportes en la agrología del Catatumbo
Economista Agrario Cesar Niño por sus aportes en el
conocimiento del Territorio Cacaotero de Norte de Santander.
Ingeniero Agrónomo Antoni Ortiz de Cali por sus aportes en el
conocimiento del cacao criollo colombiano.
A las 24 asociaciones de Cacao de Norte de Santander
afiliadas a ASOPROCANOR por su ardua labor en el ramo.
A la Empresa Zoey Perfumes que inspira esta investigación ya
que desarrolla muchos de sus productos de Cosmética artesanal con la Manteca de
Cacao y Cocoa producida en la Mitad del Catatumbo por su productor Luis Davila
de ASOCOMMU en Tibú.
Reconocimientos Bibliograficos a:
Libro “los pueblos del cacao” de Amado Guerrero, Silvano
Pabón y Adriana Ferreira.
Libro “Colombia – Venezuela, Economía, política y sociedad”
del Dr. Jaime Pérez López
“Circulation and Consumption of Cacao in México City in the
18th Century” Enriqueta Quiroz
“Proyecto Perú biodiverso” Autores: Nicolas Dostert, José
Roque, Asunción Cano, María I. La Torre y Maximilian Weigend.
“Breve historia del CHOCOLATE” Gabriela Martín Arte
BONANT https://bonnat-chocolatier.com/en
EL AUTOR
EL AUTOR DE ESTA INVESTIGACION ES JORGE WILLIAM CORREA MONROY
MIEMBRO DE LA ACADEMIA DE HISTORIA DE NORTE DE SANTANDER
ABOGADO DE LA UNIVERSIDAD LIBRE
EMPRESARIO DEL SECTOR AGROINDUSTRIAL DE LA CIUDAD DE CUCUTA